Párpados Azules.


El Amor. Eso que todos queremos tener. Eso que para muchos es la solución a todos los problemas y el origen a la felicidad más infinita y dulce jamás probada. Ese que según el cine de Hollywood y el de muchos otros lados es el que esta presente cuando sube la música, la vida se mueve a cámara lenta, los protagonistas se besan locamente y en un arrebato de pasión ella podría decirle a él: "Quiero que me lleves a bailar y después me hagas el amor." Ese amor idílico es del que son víctimas Marina y Víctor, los protagonistas de Párpados Azules.

En la cinta Marina es una jóven solitaria que se gana un premio en el aniversario de la compañía donde trabaja, el cual consiste en un viaje todo incluido para dos personas a la paradisíaca Playa Salamandra, el único problema es que Marina, no tiene a quien invitar. Y en su desesperación se decide a invitar a Víctor, un total desconocido que se encuentra en la calle y que le dice que fueron compañeros en la secundaria, aunque ella no lo recuerde en absoluto. Ambos, preparándose para el prometido felíz viaje, deciden salir para conocerse mejor, sin embargo es obvio para ambos que no hay ninguna química entre ellos. Sin embargo los dos están dispuestos a continuar con el plan a como dé lugar para huir de su soledad y no desperdiciar "la oportunidad para ser feliz".


El filme es la ópera prima de Ernesto Contreras, misma que le ha valido premios nacionales e internacionales además de su participación en festivales alrededor del mundo. Y no es para menos. Desde el guión sencillo pero brillante a cargo de su hermano, Carlos Contreras, pasando por la atinada realización, la cinta es un canto a la melancolía, la soledad y el desamor, aunque suene extraño desde un punto de vista optimista. Muchas de la situaciones resultan cómicas a la vez que enternecedoras, sin dejar que el vacío de los protagonistas nos llegue crudo a los espectadores.

Contreras retrata un México, D. F., que resulta hermoso para la vista. Aquí no hay lugar para la delincuencia ni el caos, eso que muchas veces hemos visto en muchas muchas películas, aquí la ciudad es una pasarela para que estas dos personas anden y se conozcan, en ella, no hay escenarios impresionantes, ni locaciones voluptuosas, aquí todo es real y tangible, pero eso no quiere decir que sea bella. Párpados para mi presenta uno de los retratos chilagos más nítidos y realistas que he visto en varios años. Y todo esto es el resultado de un muy buen trabajo de fotografía y puesta en escena.

El elenco, de pocos pero muy buenos actores, es inmejorable. Cecilia Suárez, como acostumbra, realiza un trabajo sencillo pero muy efectivo, se da el lujo de ser una mujer sencilla incluso no muy lista, que aunque muestre una bonita sonrisa, su mirada trizte se queda ahí impavida. Enrique Arreola como Víctor, realiza del mismo modo una actuación realista y sencilla. Complementando el elenco con las buenas participaciones de Ana Ofelia Murguía, Luisa Huertas y Tiaré Scanda.

Aunque la cinta ha tardado en recorrer el país, sigue presente a paso seguro, dándonos la oportunidad de apreciar el prometedor talento de su director y guionista, a quienes habrá que seguir de cerca, por su jóven y fresca propuesta para el cine nacional.

Yo opino: * * * *.

(Párpados Azules, Ernesto Contreras, México, 2007.)

Comentarios

Qué bueno que ya la pudiste ver, mi buen Luis.

Es la película mexicana del año.

A la fecha sigo pensando en ella.
Unknown dijo…
Nunca la habia escuchado mencionar, habra que verla.

Quedo genial el nuevo diseño.
Paola R. dijo…
Hola amor...
Excelente película.
El diseño se ve genial, valió la pena tooodo el rato que estuviste trabajando en él.
Besos.
Luis Cineralio dijo…
Gracias por sus comentarios.

Saludos.
Champy dijo…
Extraordinaria.

Me encantó.

Pero mas me gusta tu nueva fachada.

Saludos.

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