Morirse está en hebreo.


No cabe duda que uno de los factores más enriquecedores del cine mexicano actual es la gran diversidad de sus directores y cintas, por un lado tenemos visiones muy originales del campo mexicano, retratos de regiones poco conocidas y nuevos puntos cardinales que enfocan las miradas hacia otros paisajes que no son el D. F.; a esto hay que sumarle la cinta Morirse está en hebreo, que nos invita a conocer los rituales mortuorios y un poco de la cultura judía en nuestro país y como dijeron por ahí; vaya que son muy mexicanos estos judíos.

La cinta inicia cuando Moishe muere repentinamente por lo que ahora sus dolientes deben iniciar el Shivá, un ritual en el que durante 7 días los dolientes del fallecido sacrifican cualquier signo de alegría espiritual o corporal en pos de ayudar al alma del difunto en su camino al más allá. Pero este Shivá será cualquier cosa menos solemne y aburrido, por un lado tenemos a Esther, interpretada por Raquel Pankowsky, hija de Moishe, quien entre ser la anfitriona del Shivá, que quiere que todo salga a la perfección, estar al pendiente de sus dos hijos y la amenaza de la presencia de la amante de su difunto padre, tendrá poco tiempo para dedicarlo a la contemplación.

Por otro lado esta Ricardo, interpretado por David Ostrovsky, quién además de sus serias y profundas broncas paternas, tendrá que lidiar con líos de faldas, reuniones de negocios y la llegada de su único hijo, quién desde hace tiempo se encuentra preaparándose para ser rabino, pero que además guarda un serio secreto. Esto además de las largas filas de parentela que se desviven en hablar del maravilloso hombre que era Moishe y el dolor de su perdida.



Pero no vayan a creer ustedes que esta cinta es un agudo drama, por el contrario, estamos ante una inteligente y realmente divertida comedia negra que nos adentrá a la forma en la que este grupo de personas encuentra un balance entre sus antiguas costumbres y la vida moderna, entre como aprecian la muerte pero también la vida. Una comedia como pocas veces se ve en el cine nacional, de esas que resultan efectivas por su buena dosis de desastre, pero que encuentra la oportunidad de conmover y exponer seriamente su punto.

Un puñado de artistas, todos de origen judío, realizan un buen trabajo de ensamble, por un lado tenemos un gran número de inesperados e insospechados actores con la capacidad de pasar de la comedia al drama con una facilidad natural, un guionista que receta un guión redondo, divertido y original, un soundtrack muy fresco y memorable, una manufactura de gran calidad, todo bajo el mando de Alejandro Springall, quien con Santitos había ya mostrado su interes por la comedia y los temas religiosos y que en esta ocación realiza un película destacable, divertida y entrañable que aunque verse sobre la comunidad judía mexicana, no resulta para nada ajena a las tradiciones prehispanicas del culto a la muerte de nuestro país.

Una buena opción para llevarse a casa en Dvd esta temporada.

Yo opino: * * * *.

(Morirse está en hebreo, Alejandro Springall, México-E.U., 2007.)



Comentarios

Paola R. dijo…
Hola amor... con esto que escrbiste ya vi de otra manera la peli, si me gustó, tiene un buen estilo y comparable con otras comedias de humor negro destacadas... los personajes que me encantaron fueron los dos viejitos que veían todo, fué como aquellos cuervos que salen en las caricaturas y que se la pasan hablando entre ellos mientras los protagonistas hacen sus desastres.
Muy buena peli, de las pocas que hay en el cine mexicano.

Besos.
Edgar López dijo…
Ya la ví y esta muy cura, en todos lados se cuecen habas jaja.

¿Algún día podrías reseñar "En el nombre del padre"?, es una de mis favoritas de siempre.

Saludos
A mi si me gusto, la ví en cine hace ya casi un año (como vuela el tiempo, no Don Luis)
http://jiff1980.blogspot.com/2007/11/morirse-est-en-hebreo.html

Hablando de que el tiempo vuela, ya es BLog day 2008 y usted es una de mis recomendaciones.
http://jiff1980.blogspot.com/2008/08/blog-day-2008.html

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