Visiones del mundo y de vida.

Larry es un hombre serio, dedicado, temeroso de las leyes de Díos pero como si en otra vida hubiera echo algo terriblemente mal de pronto pareciera estar siendo castigado y ve su mundo caer estrepitosamente cuando su mujer le pide el divorcio para unirse con un compañero de trabajo, su puesto como profesor de física en una universidad esta en peligro en pos de unas misteriosas cartas que comprometen su buen nombre, su hermano mayor esta enfermo y se ha quedado a vivir con él pareciera que para siempre, su hija que esta en el despertar hormonal quiere una operación de nariz y su hijo esta a punto de celebrar su bar mitzvá aunque esta más interesado en escuchar música en su radio personal, ver televisión por cable y fumar mariguana.

Larry que siempre había sido un hombre centrado y equilibrado ahora no sabe que hacer, la en apariencia tranquila vida que llevaba resulta que solo era una mentira y desesperado busca ayuda y consuelo en la gente que se encuentra a su alrededor solo para encontrarse que cada quien se encuentran ocupado persiguiendo sus propios intereses como para siquiera ponerle atención a los demás.

Y como última instancia busca apoyo en su religión y en el sabio consejo que un par de rabinos podrían otorgarle, para aclarar su mente y encontrar la razón o el mensaje que Díos trata de entregarle a través de este enorme y desesperante torbellino de tormentos que durante la cinta van y van en aumento, pero al final solo queda más confundido que al principio.

La nueva cinta de Ethan y Joel Coen pareciera ser igual de confusa tanto para su protagonista como para nosotros los espectadores al no dejar aparentemente en claro de que trata realmente y cual es la razón de todos los predicamentos de éste hombre, pero basta darle una ojeada a su más reciente filmografía (Sin lugar para los débiles, Quémese después de leerse) para entender que los directores quieren mostrar el mundo caótico, confuso y sin sentido en el que pareciéramos vivir y centrándose en esta ocasión en como un hombre puede o no apoyarse en la fé para intentar salir adelante, aunque claro esta, desde su muy particular y retorcido punto de vista.

La cinta además de ser muy divertida, en el sentido negro e irónico del humor, es además una cinta edificada sobre un excelente y sencillo guión, realizado con una fotografía lucida y bella y con una recreación de la época más que adecuado sin convertirse en el principal elemento del filme. No es una opción para todo el mundo pero si es una película inteligente, divertida y también por momentos preocupante.

Yo opino: ****.

(A Serious Man, Ethan y Joel Coen, E. U., 2009.)

El Mejor lugar del mundo

Y cuando el panorama parecía desolador, llega Sam Mendes con un giro sorpresivo a su carrera dejando a un lado las densas temáticas que han caracterizado a sus películas para presentarnos una entrañable, divertida y conmovedora película sobre una pareja en busca esperanza y de un lugar que se pueda ser convertido en un hogar.

Burt y Verona son una sólida pareja aunque no se han casado y ella no tiene ninguna intención de darle el sí a alguna de las múltiples propuestas de él. Todo cambia cuando inesperadamente se embaraza y a unos meses de dar a luz reciben la noticia de que los padres de él se irán a vivir a Bélgica tal y como toda su vida lo habían deseado. Burt y Verona se sienten ahora solos en aquella ciudad y deciden cambiar de residencia para vivir cerca de alguien con quien puedan compartir la experiencia del bebé y con quién formar una familia y un lugar donde puedan echar raíces y convertirlo en su hogar.

Así que se embarcan en una aventura con diferentes escalas alrededor de Estados Unidos visitando a los pocos familiares y amigos que tienen regados y atendiendo entrevistas de trabajo para conocer cada uno de los lugares y cada uno de los lazos con las personas para de entre todos elegir el mejor lugar del mundo para ahí dar a luz y criar a su bebé.

Pero esa tarea no es nada sencilla cuando en cada uno de los destinos que visitan se encuentran con una visión diferente de la vida, la paternidad y la familia, desde lo más terrible, desapegado y frívolo, pasando por las relaciones verdaderamente afectivas, tanto que hasta se vuelven dolorosas, hasta los extremos de estilos de vida alternativa, todo con tal de encontrar el lugar ideal.

La película es un excelente, cálido y emotivo paseo, guiado por una pareja de protagonistas que son simpáticos, sencillos, que se quieren y se cuidan mutuamente y desfilando ante ellos una serie de personajes que a la par de que resultan divertidos son también escalofriantes. Y aunque algunas de las situaciones pueden despertar sentimientos preocupantes y reflexiones sobre temas realmente profundos todo es plasmado con sencillez y un desapego esclarecedor que se agradece y nos regala momentos tiernos y esperanzadores.

La cinta es protagonizada por Maya Rudolph y el buen John Krasinski, famoso por la serie The Office, quienes forman una pareja singular y efectiva. Vale además resaltar el divertido personaje que realiza Maggie Gyllenhaal como una madre que se niega a subir a sus bebés a las carreolas por que según su forma de vida es como tratar de alejarlos de ella. Y es también prudente destacar el interesante y bello soundtrack lleno de música tranquila en su mayoría a cargo de Alexi Murdoch.

Muy agradecido estoy con Sam Mendes, como habitual espectador suyo, por decidir hacer una película sencilla y bella y que no lucha por ser una gran obra de arte.

Yo opino: ****.

(Away we go, Sam Mendes, E. U., 2009.)

Las dos cintas están disponibles en DVD.