La Fuente de la Vida.

20th Century Fox

Darren Aronofsky es un director no para cualquiera. Desde su primer filme Pi, pasando por Réquiem por un sueño, ambas ya consideradas cintas de culto, ha demostrado que posee un estilo único, una visión original, que aunque incomprendido por críticos y público, se sostiene como un director incorruptible y brillante y con La Fuente de la vida nuevamente lo comprueba.

Esta, su nueva cinta, narra la búsqueda del hombre por combatir la muerte, a través de un conquistador español del Siglo XVI, quien busca salvar a su reina encontrando un mítico árbol que se encuentra enclavado en algún lugar de la selva Maya. En la época actual un neurocirujano trata de encontrar la cura contra una terrible enfermedad, que se esta llevando a la tumba a su esposa, mientras que en el Siglo XXVI, un astronauta se encuentra viajando a través del espacio tratando de resolver los misterios de la vida y la muerte.

20th Century Fox

¿Se oye extraño verdad? Y lo es… mucho. Tanto que la gran mayoría de los críticos la han tachado de incomprensible y la han desaprobado con un montón de malas calificaciones. Pero quizás todos ellos se pierdan tratando de encontrar una lógica en lugar de dejarse llevar por lo que se podría definir como un poema abstracto sobre la muerte y la inmortalidad del amor. Una cinta que además de su gran atractivo visual y musical, cuenta con una belleza y profundidad que se basa paradójicamente en una sencilla historia de amor y su lucha desesperada por sobrevivir a la muerte.

Y aunque la propuesta narrativa se presta para que cada quién, después de horas de meditación, saque sus propias conclusiones, en realidad esta cinta tiene una sencilla columna vertebral de la cual se ramifican dos realidades alternas, estructura que me recuerda al guión de La Mala Educación y El Laberinto del Fauno. Pero quizás, como dice el propio director, esta sea una cinta que se disfrute mejor si se piensa poco.

20th Century Fox

Un intenso e inusual Hugh Jackman, interpreta a los tres personajes principales, que a fin de cuentas son uno mismo, con una violencia realista, diferente a la de sus otros personajes, con esa fuerza y esa pasión que un hombre obsesionado suele tener, pero al mismo tiempo muestra lo vulnerable que un hombre puede ser al enfrentarse a la muerte. Lo acompaña una Rachel Weisz, quien no logra desprenderse de su premiado papel de El Jardinero Fiel y la extraordinaria Ellen Burstyn, quién resuelve con estilo y encanto hasta los mas sencillos diálogos.

Una cinta que por poco no se hacía, que tardo siete años en concretarse, que pasó de ser una superproducción de ciencia ficción protagonizada por Brad Pitt, a una novela gráfica y de nuevo a una cinta que es a su vez una espiritual y emocionante meditación visual, en la que tienen cabida conquistadores españoles, unos mayas mas realistas que los de Gibson, un par de científicos experimentando en monos, hasta un hombre volando por el espacio en busca de una estrella que esta por extinguirse. Una cinta que demuestra la pasión de un director por contar una historia original, tanto, que logró plantar un gran árbol en un terreno tan infértil como lo suele ser Hollywood.

Yo opino: ****.