Millonarios

© Fox Searchlight's

¿Qué niño no se quedo con ganas de tener algo durante su infancia? ¿Una avalancha? ¿Un nintendo? O como en mi caso un avión de ataque de G.I. Joe. Y aunque no siempre la cuestión que impide cumplir nuestros infantiles deseos es el dinero, en la mayoría de los casos es el billete el que determina nuestra breve infelicidad. Pero este no es el caso de los hermanos Anthony y Damian, quienes tenían casi todo, menos una madre. Así que pasan solitarios sus tardes en su casa nueva y construyendo santuarios de cartón en el campo, donde en una tarde, de pronto les cae del cielo una maleta desbordante de libras esterlinas. Así que cada uno empieza a cumplir sus deseos, mientras que Anthony, el mayor, se contrata un sequito escolar de guardianes, Damian se la pasa buscando pobres en la callepara convidarles de su parte del misterioso botín.

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Vaya salto que da Danny Boyle, de una película ultraviolenta y apocalíptica, a una cinta tierna y moral, donde el bien y el mal, según la visión de los niños, se hace presente, para dar paso a una historia sobre el capitalismo y la generosidad, que la verdad le quedo bastante irregular. Desde el vertiginoso y burtonesco inicio, hasta el final, la historia se va componiendo de distintos elementos que lo llevan a uno a la confusión, sin saber a ciencia cierta si es una cinta infantil o adulta. De pronto se insertan escenas de violencia y de un "Santo Clos" capitalista que invita la gente a cambiar sus libras por euros antes del día límite, que nada más no convinan con la ingenuidad y dulzura del resto. Y aunque en general, la emotiva atmósfera y el carisma de los niños protagonistas lo mantienen a uno interesado en la trama, al final, uno se pregunta. ¿Por qué mejor Boyle no filma ya la secuela de Trainspotting?

Yo opino: **

Millonarios
(Millions)
Disponible: Cinépolis (Solo algunas salas.)
Clasificación: B
País: Inglaterra
Año: 2004
Dirección: Danny Boyle

*=No estacionarse **=Libre con Precaución ***=Siga ****=100 km/hr