Cloverfield.

Paramount Pictures.

Casi al final de la cinta uno de los personajes dice frente a la cámara “Mi Nombre es Robert Hawkins. Hace siete horas aproximadamente algo atacó la ciudad. Si estas viendo esto, probablemente tú sepas más al respecto que yo.” Y nada mejor que eso describe la cinta.

De pronto una catástrofe interrumpe una fiesta en el pleno corazón de Manhattan, el caos y la confusión llenan la pantalla, después de un par de minutos, la evidencia muestra que no se trata de un ataque terrorista, si no que una enorme bestia esta atacando la ciudad, derrumbando edificios, devorando seres humanos; sembrando el miedo. Pronto el grupo de personas en quien se centra la historia, deciden tratar de alejarse para ponerse a salvo, hasta que una llamada al celular de Robert le indica que Lily, su interés romántico, esta atrapada en un edificio y Robert debe decidir si dejarla a su suerte o intentar rescatarla.

El chiste radica en que toda la cinta, esta contada a través de una sola cámara, manipulada por uno de los personajes, quien se da a la tarea de documentar la catástrofe, aún y cuando necesita sus dos manos para salvarse el trasero, por que cree que es importante hacerlo. De tal modo, que ninguno de los personajes, ni los espectadores, saben de donde ha salido tal bestia, por que esta atacando New York y algunos de ellos apenas y han visto alguna de sus patas o cualquier otra extremidad. Incluso cuando los personajes se van topando con otros sobrevivientes, estos poco o nada, saben de lo que esta ocurriendo.

¿Suena Abramsiano? Lo es. Desde la hermética propaganda, donde ni siquiera se dio el nombre de la cinta, los trailers o inclusive la misma cinta, esta creada para que sus espectadores estén muertos de la curiosidad, tratando de develar el misterio que hay detrás de la bestia, estrategia que ha funcionado a la perfección en la serie Lost y no veo por que no funcione con esta película.

Paramount Pictures.

Pero aunque cargue con los mejores aspectos de su creador, también carga con todas sus flaquezas. Aunque el caótico manejo de cámaras y la edición, o la ausencia de estos, le impriman a la cinta la tensión y emoción que todo blockbuster debe tener, a la larga se siente como un mecanismo artificial para cargar de drama a la historia, cuando esto pudo haberse creado con recursos más modestos, sin contar que la inverosímil trama romántica marca Abrams y el humor gringo, se sienten como frenos que evitan que este avión se eleve alto.

Y aunado a esto, habrá que considerar que el guión no se molesta mucho en profundizar en los personajes, quienes tienen un solo y único propósito durante toda la cinta, cuando una catástrofe de tal magnitud, podría despertar infinidad de aspectos, buenos y malos, sobre las personas.

Pero aunque todo esto suene muy malo, en realidad no lo es tanto. La cinta entretiene y divierte, aunque posiblemente no sea para todos los gustos. Pero de ninguna manera se trata de la mejor cinta de monstruos, como muchos habían vaticinado, ni en el evento cinematográfico que devela nuevos caminos para el cine de entretenimiento. Sencillamente, es una buena opción para un fin de semana y para prepararse para la secuela, que ya empieza a cocinarse.

Yo opino: ** 1/2.

(Cloverfield, Matt Reeves, E. U., 2007.)



¡Gracias a Magda y Margarita de Paramount, por invitarme a la función de prensa!