Leonera.

Ligeros mareos, nauseas y o vómitos, dolor en el vientre y en los pechos, necesidad de dormir más de la cuenta y de comer más de los normal, son solo unos cuantos de los malestares que puede sufrir una mujer embarazada, sin embargo para Julia cualquiera de estas molestias es menor en comparación al hecho de padecer su embarazo en la cárcel.

De acuerdo a la definición formal de la palabra leonera o madriguera es aquel lugar que las leonas y otros animales han acondicionado para alumbrar, cuidar y proteger a sus crías durante la primera etapa de su vida pero en las cárceles de argentina se le llama así a la zona de las penitenciarías femeninas en las cuales son colocadas las mujeres que por alguna razón u otra son encarceladas y se encuentran en estado de buena esperanza, en esta zona, las mujeres se preparan para el alumbramiento y luego pueden criar y educar ahí a sus hijos hasta la edad de cuatro años, después de la cual tendrán que ser separados para que los menores puedan llevar una mejor vida lejos del cautiverio.

La historia sigue a Julia, quien ha sido encarcelada y se encuentra en proceso el juicio para determinar si es culpable o no de asesinar al padre del hijo que espera y mientras es presa de los malestares de su condición, vemos las reuniones que sostiene con su abogado de oficio, aunque en realidad este tema queda en segundo plano en comparación del enclaustrado panorama que tiene como fondo la historia, en el cual se pueden ver las condiciones en que madres e hijos conviven detrás de las rejas.

Así en entrecortados y pequeños capítulos, mientras el vientre de Julia va creciendo, vamos conociendo como se educan, alimentan y crecen los pequeños críos, como van celebrando sus cumpleaños, los bautizos e incluso el festejo de la navidad, como la convivencia de las mujeres va provocando fuertes conflictos, mientras que se van aliando hasta crear fuertes lazos siempre con la cruel amenaza de la próxima separación presente y con la latente fiereza y determinación con la que las madres protegen a sus hijos.

La cinta es protagonizada por Martina Gusman, quien realiza un impresionante trabajo, de gran profundidad y contundencia pero presentado con tanta solemnidad y naturalidad que por momentos es posible olvidar que se trata de un trabajo actoral y ese es precisamente un gran acierto de ella y de todo el filme.

Aunque Martina es acompañada por el actor Rodrigo Santoro, el director Pablo Trapero, teje detrás de la protagonista toda una red que entrelaza actores con hombres y mujeres presidiarios reales, en escenarios reales y con situaciones tan reales que de verdad nos hacen experimentar el drama de la maternidad y la vida entre rejas, llevándonos a conocer uno de esos sub mundos que nadie nos habíamos imaginado siquiera que existían y que sin duda es difícil de repasar, aunque sea a través de la comodidad de una pantalla, pero que vale por mucho la pena experimentar y agradecer que no estamos físicamente ahí.

Leonera se dio a conocer en el Festival de Cannes del 2008 y después ha recorrido varios países en festivales, muestras y con una exhibición limitada, el dvd quizás no sea muy difícil de conseguir, pero hay que estar al tanto por que ha sido programada en el canal de televisión Cine Max y es posible que en algún otro canal de paga también lo hagan.

Vale la pena perseguir esta cinta porque es un gran ejemplo del mejor cine latinoamericano contemporáneo y una experiencia tan fuerte y conmovedora que nos hace reflexionar sobre como la ficción y el documental pueden fusionarse tanto y confundirse. Una excelente película.

Yo opino: ***** / *****.

(Leonera, Pablo Trapero, Argentina, 2008.)