Tim Burton y yo.

Tim Burton a mi modo de ver, es un artista, un genio. Y en estos últimos días me he dado cuenta que sus películas me han acompañado a lo largo de mi aún corta vida, incluso desde mis primeros días de cinemaniaco.

Batman (1989) la vi en el viejo Cine Picasso, que ahora es un teatro de tercera de Monclova, mi papá tenía unos meses de haber fallecido y mis tías, las que aún estaban solteras me agarraron a mi y a mis hermanos y nos llevaron. El impacto me duro muchos días, estaba impresionado… tal vez por que necesitaba de un héroe.

El Joven Manos de Tijera (1990). La vi en la TV, en ese entonces no sabía quién era Burton ni Deep y la verdad me importaba un carajo… Inclusive ni pele a Winona Ryder, de quien algunos años después estuve perdidamente enamorado, hasta que cayó en el vicio y se volvió ladrona. Pero igual se volvió de mis favoritas, yo me sentía igual que Edward o Eduardo Manotijeras, como le conocen en España, igual de incomprendido y solitario.

Batman Regresa (1992). La mejor e incomprendida película de Batman, al menos antes de que Batman Begins existiera, la vi en una kermesse de la secundaria. Para ese entonces yo ya prefería encerrarme en la oscuridad del cinito improvisado en la sala audiovisual que andar pendejeando en el registro civil y demás actividades más propias para un mocoso de secundaria. Esa tarde volví a mi casa alucinando todo el camino, pensando en Batman, en la noche, en la oscuridad y en un tal Burton que era el director.

El Extraño Mundo de Jack (1994). Ese año empezó mi cinefilia, acababa de entrar a la prepa y ya era un cliente distinguido del más decente videoclub del centro de Frontera, Coah. Renté El Extraño Mundo varias veces, nuevamente me identifique con el protagonista, yo quería conocer los otros mundos que había allá afuera.

La Leyenda del Jinete sin Cabeza (1999). Ninguno de mis amigos quería ir a verla conmigo. “Nel, es del mismo director que hizo el churro ese de Marcianos al Ataque”, “A ver, ¿Cómo puede existir un Jinete sin Cabeza?”¡Osea, hellooo! Yo los mande a todos al diablo, incluso a uno lo deje plantado para un ensayo de teatro y me largue a verla. Para ese entonces Monclova y yo, ya habíamos progresado, yo iba empezando la carrera y tenía un empleo chido y Monclova estrenaba el cine mas grande que había existido en su historia (8 salas). El Jinete… para mi es su obra maestra y en ella se conjuntaron muchos artistas que admiro.

1. Obvio el director.

2. Ford Coppola produciendo.

3. Un guión enfermo del también enfermo Andrew Kevin Walker.
(La puerca mente que creó Seven y 8 mm.)

4. Lubezki nominado al Oscar por la fotografía.

5. La apabullante música del duendecillo Danny Elfman.

6. Juanito Profundo en el protagónico.

El Gran Pez (2003). Otra vez, el protagonista se parecía a mí… o al revés. Yo no me sentía en paz, no me quería dejar atrapar y me lance a la aventura. Cuando El Gran Pez se estrenó ya hacía casi un año que me había mudado a Monterrey, sólo, persiguiendo a mi pez gigante para atraparlo.

Charlie y la fábrica de chocolate (2005). Primero la vi en Monterrey y luego en Monclova, en un fin de semana de visita y podría volverla a ver. La primera parte de la cinta, cuando Charlie nomás no encuentra el maldito boleto dorado me recordó mi niñez y también mis ultimos meses, siempre buscando el boleto dorado, siempre rifandomela y a la fecha sigo sin encontrarlo.

El Cadáver de la Novia (2005). Hace 12 horas para ser exacto. Tim Burton lo logró, recupero el espíritu de El Extraño Mundo de Jack y lo traspasó a esta película, hay muchas semejanzas y muchas cosas nuevas. Es chido verlo de nuevo en acción. Anoche cruce medio Monterrey para verla en inglés. ¿Y saben qué? Valió la pena… Y con respecto a mí no se si he avanzado mucho desde que vi El Gran Pez, creo que sí, no lo sé… Yo pensé que ya había atrapado a mi gran pez, pero se me resbalo y escapo. Sin embargo seguiré intentándolo, solo espero que las cintas de Tim Burton me sigan acompañando.